En qué consiste la terapia psicológica?

Una vez que la persona se decide a buscar ayuda el primer paso consiste en solicitar una primera visita.

En la primer entrevista, paciente y psicólogo se presentan, y el paciente indica el motivo por el cual ha decidido iniciar su proceso de terapia.

El profesional por su parte, llevará a cabo una exploración mediante el diálogo con el objetivo de lograr una impresión inicial de la situación del paciente y posteriormente un diagnóstico. Según el caso, dicha exploración puede extenderse a una segunda o tercer visita y puede complementarse con pruebas psicológicas.

Esta exploración permitirá que el psicólogo diseñe un plan de trabajo ESPECÍFICO para el caso en donde incluirá las propuestas de tratamiento para los procedimientos a seguir, la periodicidad de las visitas, duración estimada del tratamiento, resultados que se esperan, etc.

En las siguientes sesiones se desarrollará y aplicará el tratamiento establecido, que conforme la evolución se irá ajustando de ser necesario.

Normalmente las primeras intervenciones buscan reducir los síntomas de ansiedad y los efectos que estos producen en el funcionamiento diario de la persona. Posteriormente se profundizará para encontrar que causa y/o mantiene los síntomas que el paciente presenta.

Una vez se consigue la mejora, el tratamiento no termina, si no hasta que esta mejora se vuelve estable en el comportamiento del individuo.

Al dar por finalizado el tratamiento es aconsejable hacer un par de visitas de siguimiento en tiempos distanciados.

Los tratamientos están enfocados en la recuperación de la salud, si se ha perdido, en la prevención y en aspectos relacionados con el desarrollo personal del paciente que en alguna forma tienen relación con lo que le pasa.

Usualmente al comienzo del tratamiento se asiste a la clínica una vez por semana, eventualmente las visitas se van espaciando a cada quince días, cada tres semanas, cada mes hasta llegar a cada dos o tres meses; aunque este aspecto dependerá de la situación exclusiva de cada caso por separado, al igual que la duración total de los tratamientos. Se considera que al cabo de dos a tres meses se deberán observar los primeros resultados, siempre y cuando el paciente se comprometa firmemente a no abandonar el tratamiento y a cumplir con las indicaciones del profesional.

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